11. Lo público para todos y todas
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La Red Universitaria Anticorrupción, o Red UVA, fue creada hace ya siete años por un grupo de estudiantes de la Universidad de Los Andes.
En la actualidad, no solo se dedican a hacer investigaciones con el fin de poner en evidencia los tentáculos de la corrupción en Colombia, sino que también promueven herramientas con el fin de que los ciudadanos conozcan los mecanismos a los que pueden acceder para cuidar cada peso público.
PUBLIMETRO habló con Santiago Parra, uno de los fundadores de la Red UVA, quien dio detalles sobre el trabajo que adelanta esa organización e hizo reflexiones sobre el rol de los jóvenes en la vigilancia de los recursos que dispone el Estado.
Fotografía: Transparencia por Colombia.
¿Por qué considera valioso que los jóvenes tengan un papel activo en la veeduría de los recursos públicos?
Cuando arrancó la iniciativa, cuando inició la Red UVA hace siete años, estábamos en una época en la cual los universitarios veíamos que los mecanismos o las herramientas que nos ofrecían no estaban siendo utilizados y más que todo se apelaba a las manifestaciones sociales. En ese momento, hubo muchas marchas, muchos estallidos.
Nosotros nos dimos cuenta de que si bien había atención a exigir más derechos, también existía una cierta apatía y una cierta normalización de muchos escándalos y de muchos actos de corrupción. Por eso es que nace la red y decidimos que había que hacer algo.
No solo se trataba de explicarles a los jóvenes que esto también es tema de nosotros, de explicarles a los universitarios que sin importar que tengan un pregrado o un título profesional desde sus carreras y sus primeros semestres pueden contribuir en algo, sino también de mostrarles que también existen herramientas más allá de las manifestaciones sociales. Y que hay otros mecanismos que pueden llevar a cabo un control efectivo de los recursos públicos.
¿Cuáles cree que son esos mecanismos claves?
Nada más la Constitución del 91 se encargó de incluir diferentes mecanismos para que no solo un joven, sino un ciudadano del común pueda ejercerlos. Estamos hablando de mecanismos como derechos de petición. Uno cree que pueden llegar a ser cosas muy simples o de muy poco impacto, pero por ahí es por donde uno empieza, por un derecho de petición para solicitarle a cierta entidad del Estado información sobre un acto en específico. Eso es clave.
El mecanismo de las tutelas también es fundamental. Y si bien la tutela exige que uno haya agotado diferentes recursos previos antes de acceder a esta acción, es muy importante porque se usa, sobre todo, para defender derechos fundamentales.
Sólo el escándalo actual de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) involucra derechos fundamentales como el del agua o el de la vida.
Pero, para los jóvenes, hoy también tenemos muchas herramientas, como el acceso a información a través de redes sociales. O incluso hacer una denuncia en X.
Fotografía: Transparencia por Colombia.
La otra alternativa que también tenemos es vincularse a organizaciones de la sociedad civil que también se encargan de hacer veeduría ciudadana y control fiscal.
La otra alternativa que también tenemos es vincularse a organizaciones de la sociedad civil que también se encargan de hacer veeduría ciudadana y control fiscal.
Un tema que ustedes han tratado con frecuencia es el de la educación. ¿Cómo han encontrado que se comporta la corrupción en relación con el sector educativo?
El sector educativo es uno de los blancos más apetecidos de los corruptos. Está el ejemplo del Programa de Alimentación Escolar, en el cual las raciones llegaban a la mitad porque los recursos que se robaban solo permitían que con lo que quedaba se compraran las raciones a la mitad o comida descompuesta.
Actualmente, hay un tema que no solo se trataba de recursos públicos como tal, sino de una donación que habían hecho para construir una nueva sede de la Universidad Nacional en Tumaco. Pero ahorita los jóvenes en Tumaco están yendo a clases en containers.
Entonces, es un blanco fácil. Nosotros desde nuestro rol de jóvenes y de universitarios somos conscientes de que esta es la población que más tenemos que mostrar, porque es la que más queremos incluir en este debate público.
¿Cuáles son las afectaciones específicas que pueden sufrir los jóvenes debido a la corrupción en Colombia?
La corrupción tiene algo y es que en principio las consecuencias no son tan palpables, pero hoy en día somos conscientes de que los jóvenes las sufren cuando se obstruye su derecho a estudiar. Eso ocurre en muchos sectores del país.
El tema es que obstruir ese derecho termina siendo como una cadena de errores, porque si las poblaciones jóvenes no se educan posteriormente ejercer estos mecanismos o simplemente contribuir a la sociedad desde su rol va a tener un corto alcance.
Este Gobierno ya cumplió dos años y se hizo elegir con las banderas del cambio. Sobre el tema específico de la lucha contra la corrupción, ¿consideran que se pudo palpar ese discurso?
No es porque sea este Gobierno o su ideología política, pero sí decepciona bastante que hayan enarbolado las banderas del cambio, que ese cambio no sea más que una excusa para asumir el poder y que hoy en día sigamos viendo problemas de esta magnitud en materia de corrupción.
Yo creo que no es que se hayan dejado de hacer cosas, porque sí ha habido mecanismos y discursos en torno a la corrupción y a cómo prevenirla. Pero el Gobierno sigue manteniendo muchas actuaciones de otros gobiernos que han proliferado la corrupción y el robo de recursos públicos.
Pero, por destacar algo importante, el Gobierno también se ha encargado de darles voz a ciertos individuos y a ciertos sectores de la población que también sufren las consecuencias de la corrupción y que muchas veces no fueron escuchados. Yo creo que eso también es importante.
¿Cómo escogen sus temas de investigación en la Red UVA?
La forma que hemos visto que es más eficiente para investigar es tener en cuenta la coyuntura, pero también hay algo que tenemos muy presente en la organización y es la oportunidad de incidir en política pública.
Muchas veces una investigación puede tener muy buenos hallazgos, pero si eso se queda corto de alcance en política pública o en un proyecto de ley, la gente no lo va a leer y no va a tener el impacto suficiente. Entonces, sabemos que el margen de acción de la red puede estar limitado por esto.
Cuando escogimos el tema del PAE, tuvimos la oportunidad de llevar nuestros hallazgos ante los entes que podían tomar cartas en el asunto y no simplemente ofrecer críticas, sino también recomendaciones.
Nuestra investigación actual tiene que ver con protección a denunciantes y es porque primero, vimos una necesidad: los denunciantes estaban advirtiendo que la protección que se les ofrecía era estéril, entonces ahí había una oportunidad. Segundo, iba a presentarse un proyecto de ley de protección a denunciantes en el Congreso.
¿Este proyecto de ley ya se radicó?
Sí, ya se radicó, ya se está debatiendo. Ha sido muy importante porque todo lo que hemos investigado hemos podido llevarlo a través de comentarios.
Estamos en un colectivo que se llama Movimiento Ciudadano Anticorrupción, que reúne a otras organizaciones y de la mano de Transparencia por Colombia presentamos una especie de acuerdo y de recomendaciones y los llevamos justamente ante ese proyecto de ley para que se tomen en cuenta. También vimos fragilidades y cosas que se pueden mejorar.
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