Jeimy perdió a su Papá por la violencia. Ella, su mamá y hermana tuvieron que arreglárselas para continuar con su vida. Quizás esa experiencia llevó a Jeimy a desarrollar un profundo sentimiento de solidaridad con otras mujeres. Hace nueve años creó la fundación Abrigando Sueños que busca auxiliar a mujeres que no viven en el casco urbano y que no tenían quien las apoye cuando llegan al hospital. «La impotencia de ver una mujer con un niño de 8 meses amanecer en su brazos desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana del día siguiente me hizo cuestionarme: ‘¿Qué estamos haciendo para ayudar a la comunidad y a las mujeres?’». Ella es consciente del profundo machismo del territorios en que vive, de los abusos y hasta feminicidios que en su región ocurren, por eso lucha por su género. No le importa que le digan: «le hace falta que la ponga en cintura, que la pongan a caminar derechito» ella está convencida que debe seguir adelante.