Con 64 años, Juan Pablo Angulo es un veterano líder social que empezó su trabajo desde muy joven. Ante la violencia desbordada que hubo en Montelíbano, él prefirió concentrarse en la resolución de conflictos. «tengo una capacidad de escuchar, de hablar y de señalar las problemáticas de la comunidad sin llegar a la pelea». Para él conversar de manera pacífica con las administraciones locales es una forma de luchar contra la corrupción. «Con el diálogo -dice don Juan Pablo – se puede llegar a que los recursos del municipio se inviertan bien».