Esta acción, desarrollada en Buenaventura por la Fundación Paz y Reconciliación, tuvo como objetivo exponer desde la infraestructura pública no terminada, los daños que genera la corrupción a la garantía de los derechos humanos en la población bonaverense.
Para su desarrollo se realizó un recorrido por seis puntos de interés para recordarle a la ciudadanía qué había pasado con ellos. El primero fue el Polideportivo del barrio el Cristal, subutilizado por la comunidad por su mal estado y abandono; el Estadio Marino Klinger, también abandonado y sin inversión para su recuperación; el Centro Náutico Pesquero SENA-Buenaventura, que se convirtió en un elefante blanco mientras la comunidad reclama su terminación para su puesta en funcionamiento.
Otro escenario fue el Hospital Luis Ablanque de la Plata, ubicado en el barrio el Jorge, localidad Isla Cascajal, un sitio donde se habla de renovaciones y adecuaciones desde hace años, pero que la comunidad considera que su infraestructura no es la idónea para una ciudad como Buenaventura. También se incluyó en este recorrido a la Casa de la Cultura Margarita Hurtado, que hasta ese momento llevaba años siendo ejecutada, pero no había sido entregada.
El recorrido siguió por el colegio San Rafael, ubicado en plena zona central de la ciudad de Buenaventura, que comenzó una obra de reconstrucción a inicios del 2020 pero quedó inconclusa en ciertos puntos; y por último el Malecón Bahía de la Cruz, donde hubo espacio para el dialogo con los guardianes por la transparencia, el equipo de la oficina Pares Pacifico y la comunidad curiosa que se acercó para conocer más sobre la actividad.
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