Ante el abandono del Estado, los habitantes de los ocho barrios que rodean al caño Juan Angola se han unido para recuperar y defender su cuerpo de agua de la contaminación, las invasiones y la falta de control distrital. Rafael Caraballo, veedor para las inversiones destinadas al caño, tiene claro que la única vía para mejorar las condiciones del caño, es unir a la comunidad e incidir políticamente en Cartagena. Pero considera que para lograrlo necesitan capacitarse y cualificarse. Es así como se han unido a su veeduría a los habitantes de su comunidad con conocimiento en derecho, medioambiente, urbanismo y otras profesiones. Orgulloso, él dice: “la movilización social logra cosas, logra cambios”.