La Fiscalía General de la Nación en conjunto con la Agencia Estadounidense para el Control de Drogas (DEA) y la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional, desarticularon un grupo delictivo conformado por contadores, empresarios, administradores y empleados bancarios “quienes ponían su conocimiento y posición en distintas entidades” al servicio de estructuras criminales para lavar los recursos ilícitos (Fiscalía General de la Nación, 2021).
La estructura criminal tenía como aliados a un grupo de empresarios colombianos, llamados los “Brokers” o facilitadores, los cuales prestaban sus nombres, empresas y cuentas bancarias para recibir sumas de dinero producto de contratos con empresas fachada registradas en México, Costa Rica, Panamá y Chile (El Tiempo, 2021).
De acuerdo con las autoridades, la estructura criminal durante los años 2017 y 2018 alcanzó a mover 281.000 millones de pesos, aproximadamente 98 millones de dólares, utilizando diferentes entidades bancarias tanto extranjeras como nacionales, para la circulación de este dinero en el territorio nacional (Policía Nacional, 2021).
En suma, estas actividades de lavado se realizaban a favor de grupos criminales como “Los Pepes”, el cartel ubicado en el Norte de Santander en Colombia, organizaciones narcotraficantes de Cali, e incluso, el cartel ubicado en Guadalajara de México.
El negocio que ofrecía el grupo delincuencial a las organizaciones criminales, era la posibilidad de lavar el dinero sin necesidad de que estos últimos tuvieran que crear sus propios esquemas de lavado, en esta medida, su servicio era recibir el dinero de los grupos y garantizar que por medio de profesionales financieros se construyeran mecanismos para legitimar el dinero (Noticias 1, 2021).
Su reconocimiento como empresarios nacionales permitía que pudieran justificar con facilidad exportaciones de bienes y firma de contratos con empresas extranjeras.
Empresas fachadas ubicadas en México, Costa Rica, Panamá y China contrataban con las empresas de los facilitadores en Colombia con el objeto de realizar importaciones ficticias, a cada uno de los países enunciados.
Los facilitadores hacían contratos falsos que describían productos que salían de Colombia a destino de cada uno de los países.
Las empresas fachadas extranjeras giraban a los facilitadores el dinero correspondiente por la compra de los cargamentos que presuntamente salían de Colombia (El Tiempo, 2021).
Fue por medio de las consignaciones desde el extranjero era/fue que los grupos ilegales podían ingresar al sistema financiero colombiano, el dinero ilícito.
Sí, desde Transparencia por Colombia compartimos algunas recomendaciones con el fin de seguir aportando a la lucha contra la corrupción desde el sector empresarial.
Uno de los elementos que facilitó la imperceptibilidad de las transacciones y la legalidad de sus actos, fue la reputación que tenían los Brokers en el comercio. En esta medida, se resalta el rol que tiene las entidades de control y de supervisión en las operaciones empresariales de mercado internacional que registran las empresas en sus libros de contabilidad y en su declaración de importación y exportación. Para ello, es importante fomentar y robustecer el intercambio de información aduanera entre entidades nacionales.
En conjunto, la información que adquieren los órganos de supervisión, como en este caso las entidades bancarias o la Superintendencia Financiera, debe ser constatada, verificada y contrastada con la información soporte que tengan las autoridades cambiarias.