Transparencia por Colombia

Lo que ignoré como votante

Relato de una experiencia de seguimiento al financiamiento de campañas en el Atlántico

Contexto

Cuando escuché las declaraciones de Aida Merlano en Cambio, me pareció novedoso que una excongresista condenada por compra de votos fuera quien explicara cómo funcionaba en el Atlántico esta práctica: “En el Atlántico, en toda la región se compran votos, pero aquí el tema es que se compran con los dineros y recursos de la nación y ellos son los financiadores de casi toda la clase política de la región”, confesaba Merlano en la entrevista con Cambio.

Como costeña, sé que comprar y vender votos es una práctica de vieja data en el Atlántico. La pobreza, la desigualdad socioeconómica, la poca ética política, entre otros aspectos, son las bacterias de esta patología. Para llegar al poder, los candidatos han hecho de las elecciones un pernicioso festival en el que cabilderos, políticos y empresarios se ponen de acuerdo para repartir el pastel burocrático con sabor a municipio y nación.

En diciembre de 2021, Transparencia por Colombia (TpC) nos invitó a hacer parte del proyecto Hacia un ejercicio del poder más Transparente y Responsable. Nombramos Alianza para el Control Ciudadano al Financiamiento de Campañas al grupo de organizaciones de la sociedad civil que ejercerán vigilancia al poder público para que sea más transparente, responsable y orientado al bien común. Así, el objetivo de TpC es que adelantemos ejercicios de seguimiento a la movida del dinero en las campañas a la Cámara de Representantes por el Atlántico.

Por esos meses, Foro impulsaba una campaña de pedagogía electoral a nivel nacional y en el Caribe llamada “No Bote el Voto”, para crear conciencia electoral sobre la importancia de un voto informado y transparente. Sin embargo, este proyecto era distinto porque implicaba investigar con profundidad un tema oculto bajo la obviedad de que un candidato necesita de financiación para sacar adelante una campaña.

Seguimiento

En febrero de 2022 comenzamos el seguimiento con el equipo. Debíamos recolectar y analizar información de primera mano dada en entrevistas a candidatos y candidatas y hacer observación en campo a la propaganda electoral presente en el área metropolitana. Por su lado, Daniel, profesional de apoyo, administró los insumos que nos brindó TpC y recolectó información secundaria, mientras Claudeth difundía redes sociales los hallazgos en tiempo real.

Empezamos con una consulta a la Misión de Observación Electoral -MOE- sobre el panorama electoral. Notamos que, en comparación con los demás departamentos del Caribe, las cifras de irregularidades del Atlántico eran las más altas. La MOE reportó en su plataforma Pilas con el Voto que registraron 62 casos de irregularidades en el Departamento del Atlántico: los ciudadanos reportaron 26 casos de irregularidades, las autoridades electorales 24 y los jueces y testigos 6 casos durante el conteo. Delitos como la compra de votos, fraude al sufragante, constreñimiento, financiación de campañas electorales con fuentes prohibidas e intervención política fueron el plato fuerte de la jornada.

Según “Mapas y factores de riesgo electoral 2022” de la MOE, en el Departamento del Atlántico el 80% de sus municipios estaban identificados en nivel de riesgo electoral extremo, alto y medio en las elecciones para la Cámara y el Senado.

Cuánto recibe y cuánto gasta un candidato en campaña

Cuentas Claras es una herramienta digital donada por TpC al CNE en la que las organizaciones políticas deben registrar información sobre ingresos y gastos en campaña.

El manejo del software fue fácil e intuitivo y la compilación de datos se hizo en una matriz de Excel de TpC en la que la información sobre los ingresos y gastos reportados por las campañas estaba desagregada. También crearon un tablero en el que, además de exponer gastos e ingresos, se indicaba el tipo de financiador. Así pudimos comparar las transacciones económicas de las campañas con datos confiables. Debimos seleccionar las fechas de consulta de información y priorizar algunos candidatos. Era cierto que no íbamos a encontrar el reporte de todos los aspirantes con una sola búsqueda, pues si los candidatos cumplían con la obligación de registrar información, lo harían de forma paulatina e incompleta. 

En el Atlántico se postularon 62 candidaturas para la Cámara de Representantes dentro de 10 listas de coaliciones, partidos y organizaciones políticas. De estas seleccionamos 34 con los siguientes criterios: que los candidatos hicieran parte de los dos partidos políticos que tuvieron una mayor votación en las elecciones legislativas de 2018, que fueran cabezas de lista, que fueran mujeres desempeñando nuevos liderazgos, que fueran repitentes en las listas que los eligieron en la campaña anterior a Cámara, que fueran miembros antiguos del concejo o la asamblea del departamento y que fueran candidatos cuestionados por investigaciones en curso.

De los aspirantes seleccionados, el 71% eran mujeres y el 29% hombres. Algunos cumplían con varios criterios de selección, pero sobresalía el hecho de que el 35% eran nuevos liderazgos ejercidos por mujeres, el 32% eran cabezas de lista y el 26% hacía parte de partidos que habían obtenido el grueso de los votos en las elecciones de 2018.

Un elemento común en todos los candidatos fue el gasto elevado en publicidad. Notamos propaganda electoral en la ciudad de Barranquilla y en los municipios del Área Metropolitana faltando dos semanas para las elecciones. Las redes sociales también fueron protagonistas de la campaña política. Twitter, Instagram, Facebook y YouTube mostraron en tiempo real a los candidatos en plazas públicas, salones y parques exponiendo sus propuestas y los actos de campaña fueron transmitidos; los live permitieron el monólogo de los candidatos.  

Radicamos también derechos de petición en varias entidades para conocer el producto de sus trabajos e incorporarlos a nuestro análisis. Solicitamos a la MOE el envío de reportes de las irregularidades registradas en Pilas con el Voto y a la Dirección para la Democracia, la Participación Ciudadana y la Acción Comunal del Ministerio del Interior, quienes tienen bajo su cargo la Unidad de Recepción Inmediata para la Transparencia Electoral (URIEL)[1], que nos comunicaran las alertas de fraude electoral recibidas hasta el momento.

Lo que encontramos.

“Así como se llega al poder se gobierna” y “Entre más gaste un candidato, menos transparente será su gestión” son dos refranes políticos certeros. Se sabe que para llegar al Congreso se necesita apoyo financiero y que no es un delito recibir apoyos de personas como donaciones o préstamos, el problema comienza cuando más de la mitad de los ingresos de una campaña vienen del patrimonio de terceros que pueden estar interesados en recuperar la inversión por medio de favores del candidato una vez sea elegido.

Para la campaña electoral a la Cámara por el Atlántico, el total de ingresos reportado en Cuentas Claras fue de $6.800.831.320[2]. De ese monto, el 55% ($3.721.421.708) proviene de contribuciones, donaciones y créditos que realizaron particulares; el 41% ($2.799.580.534) de créditos o aportes del patrimonio de los candidatos, de sus cónyuges y compañeros permanentes o parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad; y el 4% ($279.815.229) de créditos obtenidos en establecimientos financieros autorizados.

Según Cuentas Claras, el total de los gastos de las campañas fue de $6.789.270.878. El 31% ($2.085.623.193) en propaganda electoral en medios digitales y físicos. Seguido del 25% ($1.708.836.417) en gastos de administración, que incluyen sueldos, honorarios, viáticos, arriendos y servicios y gastos por servicio de transporte y correo que son el 15% (1.015.860.235). En cambio, llama la atención que los gastos relacionados con actos públicos sólo representen el 6% ($401.635.658).

Mayor inversión, mejores oportunidades

La relación que existe entre la inversión de una campaña y la obtención de una curul es manifiesta. Para tener chance de ocupar una curul en la Cámara por el Atlántico una campaña debe gastar entre $280.000.000 a $630.000.000 millones y de los diez candidatos y candidatas que más gastaron dinero, siete fueron elegidos representantes a la Cámara por Atlántico.

Tabla 4. Top 10 de los candidatos que más ingresos y gastos reportaron en su campaña

Fuentes: Elaboración propia a partir de datos de Cuentas Claras.

Aun así, el gasto puede ser mucho mayor. Según Jhon Mario González, columnista y analista político, un candidato podría invertir hasta 15 mil millones de pesos en una campaña política, a pesar del tope puesto por el CNE (Vanguardia, 2021). Aunque parezca exagerado, el caso de Aida Merlano es un buen ejemplo. En su campaña el dinero invertido superó los topes de financiación, tal como fue destapado en una conversación que sostuvo con su padrino político Julio Gerlein, cuando este le dijo: “Yo puse 12 mil millones de pesos para tu elección” (Audio conversación Julio Gerlein y Aida Merlano. Semana, 2022).

Incluso sumando todos los ingresos reportados y comparándolos con el tope establecido para campañas a la Cámara, que es de $7.754.405.726, estos ingresos no se acercan ni siquiera al límite de gastos establecido y representan sólo el 7% del tope máximo; hecho que contrasta con la realidad de la magnitud de las campañas, el atiborramiento mediático y el exceso de publicidad de algunas candidaturas.

La efectividad de una pared pintada

Barranquilla tuvo un volumen inferior de publicidad en comparación con los municipios de Soledad, Galapa, Puerto Colombia y Malambo. En estos municipios muchos candidatos tienen cercanía con familias, movimientos y liderazgos, a diferencia de Barranquilla donde la campaña fue más impersonal, por ello se encontraron carteles, volantes, pinturas  y murales en las paredes de las casas que parecían parte del mobiliario de siempre de la ciudad.

Imagen 1. Murales en apoyo a candidatos

                                            

Fuente: Propia.

Lo que sí hubo en Barranquilla fueron pomposas vallas publicitarias, microperforados en vehículos y pasacalles. De hecho, la publicidad de los candidatos al senado por el Partido Liberal Carlos Alberto Rojano Llinás, Laura Esther Fortich Sánchez y Mauricio Gómez Amín, estaba en rincones estratégicos imposibles de ignorar en hora pico. Pero los reyes de la publicidad a la Cámara por el Atlántico fueron Jezmi Lizeth Barraza Arraut, Dolcey Oscar Torres Romero, Julio José Mejía Fontalvo y Armando Antonio Zabarain del Partido Conservador y Cambio Radical.

Imagen 2. Vallas Publicitarias Barranquilla

                                                                 Fuente: Propia.

Las presentaciones en público ocuparon el quinto lugar en la relación de gastos de las campañas. Representaron un menor rubro porque estos eventos no fueron organizados por el equipo de trabajo del candidato, sino por líderes, familias y empresas patrocinadoras. Por ello, el seguimiento a esta clase de propaganda fue más difícil de hacer, también porque estos eventos fueron a puerta cerrada en hoteles, aulas y centros empresariales, con publicidad divulgada tras finalizar el evento en las redes sociales de los candidatos.  

Imagen 3. Acto público de una empresa en apoyo a un candidato

Fuente: Twitter del ex candidato Luis Carlos Luque.

Rendición de cuentas a paso de tortuga

Rendir cuentas antes de ocupar un cargo de elección pública es una oportunidad para que el candidato se muestre honesto, transparente y comprometido. Pero entregar información sobre el manejo de finanzas de una campaña a las autoridades no es una prioridad porque no cosecha votos.

El registro de la información que hicieron los candidatos respecto a sus ingresos y gastos fue tardío e insuficiente. A dos semanas de las elecciones, de los 2.832 candidatos inscritos, solo el 28% había registrado ingresos y el 26% sobre sus gastos. A tres días de las elecciones, el reporte aumentó apenas en un 37% sobre ingresos y otro 36% sobre gastos.

En el Departamento del Atlántico el escenario fue penoso. A cinco semanas de las elecciones, sólo el 21% de candidatos y candidatas a la Cámara seleccionados para el seguimiento había reportado información en Cuentas Claras. Faltando dos semanas para que se llevara a cabo el proceso electoral, este porcentaje escaló tímidamente al 32%.

La frecuencia del registro fue deficiente por el desinterés de los candidatos. Los participantes que entregaron datos sobre sus campañas la primera vez, dejaron de hacerlo como lo obliga la norma, para hacerlo en el ejercicio de rendición de cuentas que se efectúa transcurridas las elecciones.

Caras nuevas, mismas sillas

La bancada del Atlántico en la Cámara renovó sus nombres, pero las curules siguieron en el bolsillo de los partidos políticos que siempre han manejado la política del departamento. De las siete curules que le corresponden al Atlántico por circunscripción territorial, cuatro fueron alcanzadas por candidatos primíparos, mientras que las otras tres siguieron ocupadas por congresistas que habían ganado en 2018.

El Partido Cambio Radical repitió con el 33,79 de los votos (309.249), la mayor votación del Atlántico, pero perdió una curul, quedando con 3. El exdiputado Gersel Pérez Altamiranda, de larga trayectoria política y cercanía con la Casa Char, fue el candidato más votado con 74.553 votos. La segunda curul fue para Modesto Aguilera Vides (70.596 votos), quien tuvo la mayor votación en 2018 y volvió a ganar estas elecciones. El último cupo fue para Betsy Pérez con 64.556 votos, que se lanzó por primera vez a un cargo de elección popular como candidata del senador charista Luis Eduardo Díaz Granados (La Silla Vacía, 2022).

El Partido Liberal consiguió dos curules en Cámara, para Jezmi Barraza Arraut, la candidata más votada de su partido con 87.808 y quien repite en esta elección y Dolcey Torres Romero, que obtuvo 58.794 votos, y fue el segundo partido más votado con 198.853 votos, el 21,73%. A diferencia de Cambio Radical, los liberales sumaron una curul.

El Pacto Histórico sacó 143.779 votos y le dio la curul a Agmeth Escaf Tijerino por encima del Partido Conservador, que a duras penas logró mantener el lugar de Armando Zabarain, fórmula de Efraín Cepeda al Senado, con 54.751 votos. Finalmente, el Partido Comunes obtuvo una curul por el punto 3 del acuerdo de paz, dada German Gómez López, primero en la lista del partido.

Todos debían conocer los hallazgos

Lo más valioso de este tipo de investigaciones es que esté a disposición de todas las personas. Por ello nos pusimos en contacto con medios de comunicación que nos ayudaran a difundir los resultados. Para elecciones legislativas publicamos dos informes del seguimiento en tiempo real a los movimientos financieros de las campañas.

El primer informe presentó nueve territorios del país (Bogotá, Antioquia, Atlántico, Bolívar, Caldas, Córdoba, Risaralda, Santander y Valle del Cauca) y fue divulgado el 28 de febrero de 2022, introduciendo la Alianza para el Control Ciudadano al Financiamiento de Campañas e indicando lo que habían reportado los candidatos en Cuentas Claras sobre sus ingresos y gastos para la fecha. Se registró baja rendición de cuentas por parte de los candidatos y se les invitó a registrar oportunamente la información para asegurar unas elecciones equitativas y transparentes.

El segundo informe, presentado el 10 de marzo, en los nueve territorios analizados fueron los recursos propios y familiares y las donaciones hechas por privados el tipo de fuente de ingreso más usado para respaldar las campañas, mientras que la propaganda electoral fue el gasto más grande. Volvimos a invitar a los candidatos a actualizar la información sobre su financiamiento y pedimos al CNE que previniese las sanciones que enfrentarían los candidatos y organizaciones políticas que no cumplieran con la obligación de reportar con frecuencia sus movimientos financieros.

La publicación de los informes se hizo de forma convencional y disruptiva. La convencional consistió en enviar comunicados de prensa con los principales hallazgos a medios de comunicación. La disruptiva fue la difusión de carruseles con piezas gráficas en las redes sociales con los aspectos más significativos de los informes para llamar la atención del público e incitarlos a revisar el documento completo. Las piezas fueron llamativas y sirvieron como gancho para interesar al lector en el informe.

Imagen 4. Piezas primer informe de seguimiento 

                                             

Fuente: Tomado del Instagram de la Fundación Foro.

Lo que el viento nos dejó

Del informe surgieron discusiones, entrevistas y eventos a nivel local. La gente se había apropiado de un tema del que poco se hablaba y todos querían opinar sobre el financiamiento de las campañas políticas y su relación con los resultados. Más felices no podíamos estar.

Para los integrantes de la Fundación Foro Costa Atlántica haber participado en la Alianza, junto a varias organizaciones de la sociedad civil del país, permitió profundizar y conocer la manera cómo se financian las campañas políticas del Atlántico y de otras regiones de Colombia. Aprendimos que un proceso de seguimiento debe contrastar la información y no conformarse con los reportes e información que entregan los candidatos y candidatas a las autoridades electorales

Abordar las fuentes de primera mano con amabilidad es crucial. Las entrevistas y peticiones suministraron datos desconocidos sobre el desarrollo del proceso electoral que no podían pasar inadvertidos, puesto que no hubiésemos comprendido las dinámicas que manejan las campañas dentro y fuera de ellas. Aprendimos que la comunicación debe ser clara, concisa y pertinente y que es importe bajar los niveles de abstracción de los informes para informar con celeridad los ingresos y gastos de las campañas. Correr la voz de que la plataforma Cuentas Claras era nuestra guía hizo que su popularidad subiera como espuma.

Este trabajo siembra una semilla de conocimiento para estas organizaciones sobre las herramientas y mecanismos de financiación que ofrece el Estado. Aun cuando el papel de la financiación estatal en estas elecciones no fue significativo, lo cual implica un gran reto para el Estado en los próximos procesos electorales, haber generado espacios de socialización con los candidatos para que hicieran uso de estas formas de financiación, nos dio alegría. Creemos fervientemente que así se pueden lograr campañas más equitativas y justas.

Bibliografía

 

[1] Es una plataforma que permite la radicación de denuncias y quejas por delitos e irregularidades que afecten el desarrollo de las elecciones

[2] A corte del 8 de junio de 2022.

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