
Concebida como una megaobra clave para el desarrollo del país. Sin embargo, estuvo marcada por sobornos, contratos amañados, un fallo judicial que ordenó la reparación, aunque una decisión posterior la revocó.
Este especial recoge los hechos, las decisiones y los esfuerzos de la ciudadanía sobre la justicia y la reparación para las víctimas de la corrupción.
La Ruta del Sol II era una vía clave para conectar el centro y el norte del país, atravesando Cundinamarca, Caldas, Antioquia, Santander, Cesar, Córdoba y Atlántico— fue adjudicado a un consorcio liderado por la empresa brasileña Odebrecht, en alianza con la firma colombiana Corficolombiana (Consorcio Odebrecht-Corficolombiana).
Sin embargo, a finales de 2016, estalló un escándalo que sacudió a toda América Latina: Odebrecht fue acusada de pagar sobornos y financiar campañas políticas para asegurarse contratos de infraestructura en varios países, incluido Colombia.
Ante la gravedad del caso, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) liquidó el contrato y anunció una nueva licitación para terminar las obras. En 2018, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en respuesta a una acción popular, reconoció la corrupción y ordenó una reparación por más de $800 mil millones a favor del Estado. Pero en 2023, el Consejo de Estado revocó esa orden, dejando sin reparación el daño causado a la ciudadanía y al patrimonio público. La sociedad civil intentó revertir el fallo, pero la justicia cerró la puerta.
La siguiente línea de tiempo presenta de forma concisa los momentos más importantes de la lucha por la justicia y la reparación en este caso, liderada por organizaciones de la sociedad civil como Dejusticia y Transparencia por Colombia.
La Procuraduría demandó a Concesionaria Ruta del Sol S.A.S., a la hoy ANI, por vulnerar derechos a causa de corrupción.
Tribunal de Cundinamarca reconoció vulneración de derechos por corrupción y ordena reparación por $800 mil millones al Ministerio de Transporte.
El Consejo de Estado confirma vulneración de los derechos colectivos, pero tumba el pago que los reparaba.
Primera derrota: el Consejo de Estado niega la tutela alegando “falta de legitimidad en la causa”.
Dejusticia y Transparencia por Colombia presentan tutela contra la decisión del Consejo de Estado, para exigir la reparación del daño.
Procuraduría y Ministerio de Transporte se niegan a presentar la tutela, dejando sin representación a la ciudadanía.
El caso llega a la Corte Constitucional. Se pide la reparación de la tutela como último recurso ciudadano.
La Defensoría del Pueblo insiste a la Corte Constitucional para que seleccione el caso, pero la Corte no escucha.
Golpe final: la Corte rechaza revisar el caso. Se cierra la puerta a la reparación del daño colectivo causado por la corrupción en el caso de la Ruta del Sol II.
“El daño de la corrupción es una realidad, como ciudadanos y ciudadanas vivimos las consecuencias de la violación a nuestros derechos y la falta de garantías del Estado. Sin un avance en la reparación de este daño, la corrupción seguirá siendo un negocio redondo.”
La siguiente línea de tiempo presenta de forma concisa los momentos más importantes de la lucha por la justicia y la reparación en este caso, liderada por organizaciones de la sociedad civil como Dejusticia y Transparencia por Colombia.
La Procuraduría demandó a la Concesionaria Ruta del Sol S.A.S., a la hoy ANI, por vulnerar derechos a causa de corrupción.
Tribunal de Cundinamarca reconoció vulneración de derechos por corrupción y ordena reparación por $800 mil millones al Ministerio de Transporte.
El Consejo de Estado confirma vulneración de los derechos colectivos, pero tumba el pago que los reparaba.
Primera derrota: el Consejo de Estado niega la tutela alegando “falta de legitimidad en la causa”.
Dejusticia y Transparencia por Colombia presentan tutela contra la decisión del Consejo de Estado, para exigir la reparación del daño.
Procuraduría y Ministerio de Transporte se niegan a presentar la tutela, dejando sin representación a la ciudadanía.
El caso llega a la Corte Constitucional. Se pide la reparación de la tutela como último recurso ciudadano.
La Defensoría del Pueblo insiste a la Corte Constitucional para que seleccione el caso, pero la Corte no escucha.
Golpe final: la Corte rechaza revisar el caso. Se cierra la puerta a la reparación del daño colectivo causado por la corrupción en el caso de la Ruta del Sol II.
“El daño de la corrupción es una realidad, como ciudadanos y ciudadanas vivimos las consecuencias de la violación a nuestros derechos y la falta de garantías del Estado. Sin un avance en la reparación de este daño, la corrupción seguirá siendo un negocio redondo.”
Dejusticia y Transparencia por Colombia analizan este caso desde cuatro perspectivas, construyendo un relato único sobre el impacto real de la corrupción en nuestro país.
Dejusticia y Transparencia por Colombia analizan este caso desde cuatro perspectivas, construyendo un relato único sobre el impacto real de la corrupción en nuestro país.
Aquí reunimos las columnas que han acompañado esta conversación en los medios de comunicación.
Reconocer que la corrupción no es parte del paisaje, sino un fenómeno criminal que deja víctimas puede abrir un camino para que la corrupción no sea inevitable, sino reparable.
La Procuraduría, en cabeza de Margarita Cabello, abandonó la oportunidad de exigir reparación por el daño colectivo del caso Odebrecht.
Reconocer que la corrupción no es parte del paisaje, sino un fenómeno criminal que deja víctimas puede abrir un camino para que deje de ser vista como inevitable y se conciba como reparable.
Esta es la segunda entrega de cuatro textos de Dejusticia y Transparencia por Colombia en los que, a partir de hechos conocidos como el caso Odebrecht.
Esta es la tercera entrega de cuatro textos de Dejusticia y Transparencia por Colombia en los que, a partir de hechos conocidos como el caso Odebrecht.
El caso de corrupción Odebrecht – Aval pasará a la historia como uno de los entramados de macro-corrupción transnacional más relevantes y perjudiciales para la sociedad.
De cómo el Consejo de Estado y la exprocuradora Margarita Cabello se empeñaron en darle sepultura a la acción popular.